miércoles, noviembre 24, 2010

Carta Para El Cardenal Norberto.





Carta a Norberto:

Maricón m./ maricona: f. Pop. Marica| Persona mala.

Señor cardenal, nos ha llamado “maricones”. ¡Qué escándalo se ha hecho por ello!. Ebrard, aprovechando el mal movimiento de las autoridades eclesiásticas, se ha ganado unos cuantos votos en algo tan burdo como su acto motivado por meras aspiraciones políticas; demostró una vez más que su gobierno fue, es y será populista, y sin embargo, se le agradece el gesto, ya tú, señor Norberto Rivera, has tachado de malas personas a las miles de parejas homosexuales que tan solo buscan estar casadas, al igual que lo han hecho, a través de años, las parejas heterosexuales.



No se trata de alentar el matrimonio gay, ya que siempre lo he dicho; entre más matrimonios, más divorcios. Sin embargo, ¿por qué no apoyar el sueño de los que piensan diferente a mi, y serán felices por completo hasta el día en que un acta diga que son oficialmente cónyuges? ¿Quién sería yo para decidir sobre la vida de otras personas? ¿Qué calidad moral puedo llegar a tener para opinar acerca de lo que está bien y lo que está mal, si como persona imperfecta, me he conducido por la vida de la manera que he podido y he querido?... Quizás, señor cardenal deberías de plantearte muy seriamente alguna de esas preguntas. Y es que, no es que lo sepa de cierto, pero si nos vamos al sentido más literal de la palabra “Marica”, que según el diccionario Larousse se define como “mala persona”, es más que obvio que tiene menos calidad humana un sacerdote que se aprovecha de su puesto para estar interviniendo en asuntos del Estado, la mafia, de drogas (el famoso “lavado de dinero”) y más aún, abusar de su poder y situación para aprovecharse sexualmente de niños indefensos, que se quedan marcados de por vida por ese hecho traumático que les propició alguien que supuestamente debería estar ahí para cuidarlo, para amarlo y para protegerlo, y que sin embargo, violó su confianza, y lo llevó a no querer volver a saber de Dios en su vida. ¿Quién es la mala persona si comparamos a esos hijos de perra que cometen esos abusos y a una persona que simplemente quiere que se le reconozca en la sociedad, y tener un papel que, aparte de su compromiso, valide la unión con la persona que ama?.


Pero eso pasa a segundo término ¿no?. Es decir, los abusos sexuales contra los niños que en su dulzura, en su miedo y en su ignorancia no son denunciados, ni conocidos, no importan, cuando en el registro civil ahora ya se puede escribir el nombre de una mujer junto al de otra, unidos y entrelazados, en una clara señal de que lo único que pretenden es dar una cierta seguridad a su pareja en caso de que la vida de cualquiera de las dos se vea interrumpida por cualquiera de las cosas que maneja el destino, y lo tengo que decir muy a mi pesar, que incluso puede suceder uno de esos crímenes de odio, en la que se le arranca la vida de manera brutal, solo por ser una “pinche manflora” “marimacha” o “tortillera”… ¿A quién le importa los niños que lloran y mojan la cama por las noches, temiendo que en cualquier momento entre el sacerdote de la parroquia a la que sus papás lo llevan con ingenuidad, y les pida que hagan “aquello” que hacen siempre, o los amenazará con que sus propios padres no los querrán, e incluso con que Dios lo va a castigar por desobedecer a quien “predica su palabra”?.


Pero claro, ¿por qué preocuparse por ellos, si mientras, los inmorales e indecentes “putos” tienen permitido juntarse hombre con hombre, y ahora ya hasta tienen derecho de adoptar?.

¿Qué no vemos que los niños estarían mejor en la calle, rodeados de peligros, trabajando y siendo explotados sexualmente por hijos de puta que lucran con una inocencia que se perdió quizás desde que ellos a penas y podían comprenderse como “personas”? ¿Qué no vemos que si los hombres crecen en casa con un par de sodomitas, se van a “hacer putitos” por el ejemplo que van a recibir? ¿Qué no vemos que en la escuela van a molestar a “Marianita” por que ella tiene dos mamás que la cuidan y la protegen, y no una mamá golpeada y un marido abusivo? .



Y es que los grupos conservadores dicen “No es correcto que sean homosexuales, pero no habría tanto problema si dejan a los niños en paz. ¿Qué derecho tienen de decidir sobre la vida de otros?”. Y yo les respondo: ¿Qué derecho tiene una mujer de la que su marido abusa emocional, económica, psicológica y sexualmente a someter a sus hijos a crecer en un ambiente de violencia?. ¿Qué derecho tiene un hombre de dejar de trabajar y quitarse la responsabilidad de mantener y educar a su hijo, nada más por que no se le da la gana ponerse a chingarle y dejar el alcohol o su vicio por las mujeres?... Pero claro, ¡eso es normal!. Por que a pesar de estar haciendo de la vida de sus hijos la peor de las pesadillas, finalmente son heterosexuales, no van “Contra-natura”, como alguna vez dijo el idiota de Esteban Arce y como son los dueños del mundo (o eso creen, por ser la notoria “mayoría”), pueden hacer lo que se les da la gana, por que finalmente, no son unos pinches desviados.



Pero es bien dicho “la culpa no la tiene el indio, sino el que lo hace compadre”. ¿Creen que si nos levantáramos en serio, con argumentos y demostrando que somos una comunidad recomendable y de confianza no les sería más fácil abrirse a las mentes que permanecen cerradas por propia voluntad?. Por que tampoco se vale hacer un carnaval y generalizar: no en todos los hogares homosexuales estarían seguros los niños, como no lo han estado hasta ahora en todos los hogares heterosexuales, sin embargo, sería buen momento de recomendarnos como personas confiables, con sentimientos nobles, con ayuda a las personas que lo necesiten en algún sentido, con palabras dulces, con no rebajarnos al nivel de las personas que solamente saben ofendernos, ultrajarnos, discriminarnos y pensar que somos una escoria y que estamos hundidos en el fango, hasta el cuello, por que la verdad es que la fama que se ha creado la comunidad LGBT, no ha sido de a gratis, y sin embargo, podemos hacer algo para cambiarla; ser más estables en nuestras relaciones, tener cuidado en nuestra vida sexual y no rebelarnos a lo pendejo, haciéndonos parecer estúpidos y caprichosos por querer crear una familia “solo por que sí”.



Hay que aceptar que el problema no van a ser ni los matrimonios ni la adopción. El problema es que nuestra sociedad está en pañales; que el trabajo de Juárez parece haber sido en vano, pues la institución más poderosa de todos los tiempos, que ha durado y perdurado a través de los siglos (la Iglesia) sigue metiéndose en asuntos del Estado, opinando, juzgando y reprobando lo que para muchos es un acto de amor, para estar tranquilos y seguir la ley del hombre, al pie de la letra, por que finalmente los homosexuales no llegaron de otro planeta, ni nacieron del piso. Por que la paradoja está en que ni siquiera estamos pidiendo la unión eclesiástica; no queremos casarnos en una Iglesia, menos con la doble moral que siempre ha manejado. A mi, por ejemplo, me bastaría con la bendición de Dios, en quien creo profundamente, y quien estoy segura, debe estar enojado por las actitudes de las personas en quien puso lo que Él pretendía que fuese eterno y respetable. Y es que… ¿No somos todos hijos de Él? ¿No nos ama por igual a cada uno de nosotros? ¿No podría ser cualquiera de nosotros esa oveja que se perdió en el camino y por quien Él abandonaría a las otras 99 solo para rescatarla?. ¿Por qué, Norberto? ¿Por qué profanas al discriminarme el nombre del Dios en el que juras poner toda tu fe? ¿No recuerdas que Jesús dijo que cuando negaras el pan a un hambriento, la ayuda a un enfermo y el abrigo a alguien que se muere de frío, era como si se lo estuvieras negando a Él? ¿Por qué, gracias a ti y a sacerdotes como tú, me siento pésima al entrar a una Iglesia que de antemano sé que no me acepta, aunque tenga todo el derecho de estar ahí, como lo tienes tú, o como lo tiene cualquier hijo del Señor?. Por que, déjame decirte algo: ¡Yo quiero asistir a una misa sin sentirme observada y reprobada! ¡Yo quiero escuchar la palabra de Cristo sin que el cura, en el sermón, diga que los homosexuales somos pecadores! ¡Yo quiero sentir, de nuevo, la bendición de la Cruz, sin sentirme una hipócrita por que amo a otra mujer que jamás podrá hacer que yo cumpla con la misión que “Dios me encomendó” de tener hijos!



¿Y sabes qué es lo peor, Norberto?... Lo peor es que haces pensar que todos los sacerdotes son iguales que tú, siendo que hay verdaderos misioneros de fe, como el sacerdote de la parroquia que queda cerca de la casa de mis papás. El Miércoles 18 de Agosto, día de Santa Elena, hubo un evento en mi comunidad. Adivina quien amenizó el evento… Un imitador de Juan Gabriel. ¿Sabes quién es Juan Gabriel?... Claro, de los compositores vivos más importantes de México… Quizás de los que más proyección internacional le han dado al país. Ícono de cierta época, de quien , aún los jóvenes de hoy, nos sabemos muchas de sus canciones. El que dijo “Lo que se ve no se juzga” cuando le preguntaron sobre su orientación sexual. El mismo “maricón” del que todo mundo ha escuchado por lo menos una canción… ¿Y sabes qué estaba haciendo el cura?... Cantando las canciones, bailando y riéndose de los graciosos y afeminados movimientos del imitador… ¿Y sabes por qué lo hacía?... ¡Por que él está seguro de que su vida está encaminada a Dios, de que no se iba a hacer “una loca” con escucharlo y respetarlo y por que seguramente, no tiene la mente cerrada, no es de “lento entendimiento” y no se cree el mismo Dios, sino que se sabe un servidor de Él!. ¿Por qué no pruebas lo mismo, te callas y mejor refundes en la cárcel a tu ejército de pederastas asquerosos?.





Para terminar, señor Rivera, recuerda que Dios dijo: “Para ustedes, sacerdotes, es también ésta advertencia. Si no la escuchan ni se preocupan de glorificar mi nombre, les lanzaré la maldición y maldeciré también sus bendiciones. Ya las he maldecido, por que ninguno de ustedes toma su oficio en serio. Voy a quebrarles el brazo; les tiraré a la cara lo que recogeré detrás de los animales que me sacrifican, y los barreré junto con ello.” Mal 2, 1



“El que abiertamente hace mal, se prepara para la vergüenza y la confusión: lo mismo ocurrirá con el pecador hipócrita”. Sir 6,1.



Gracias por el tiempo de leer ésta carta.



Atte Una Maricona Orgullosa.

2 comentarios:

  1. Wow!!!! Ahora si me he quedado totalmente anonadada con tu post.
    Creo que habrá que nominarlo al premio: "post del año".
    Es genial tenerte como colaboradora de nuestro blog, en nombre de todos agradezco tu tiempo y tu interés.
    PD: dentro de algunos días organizaremos una mesa de debate acerca de un artículo titulado: "Gobierno de Jalisco paga “terapia para curar gays”, esperamos contar con tu opinión también puedes invitar a otras personas a que hagan sus comentarios en nuestro próximo debate. (ni es necesario que estén registrados).

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  2. Perfecto, por supuesto que me apunto para ésta mesa de debate.
    Gracias por tu tiempo de leer, y por tu comentario.
    Espero más detalles, de verdad quiero participar en esa mesa.

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